Madre mía de las Lajas, con la confianza más grande y con el amor más puro me llego a vuestros pies; yo sé que en la ternura de vuestro regazo el afligido encuentra consuelo;
el desvalido un auxilio; el enfermo el remedio; el pobre mil esperanzas y perdón el pecador. Yo sé que a ninguno desoyes, yo sé que a todos escuchas y que quisiste venir hasta esta roca bendita para acompañarnos, ayúdanos mientras peregrinamos por la tierra;
atiende pues, oh Madre mía de las Lajas, los ruegos y plegarias que te dirijo desde el fondo de mi corazón, en tus manos pongo mis esperanzas y consuelos;
líbrame de los peligros, asísteme en mis dolores, socórreme en mis necesidades; oye benigna mis súplicas y alcánzame de vuestro
Santísimo Hijo las gracias y favores que confiado en tu amor te vengo a pedir….. y agradecido, poder en el cielo cantar vuestras glorias eternamente.
Amén